Fases para realizar la desinfección de reservorios y tanques de agua
No existe una guía que proponga los pasos perfectos de cómo realizar la desinfección de reservorios y tanques de agua en cualquier condición. Sin embargo, podemos cumplir con las fases que permitirán el éxito de nuestra tarea, sobre todo si la llevamos a cabo de manera periódica (cada 6 meses, máximo anualmente), como, a continuación, las detallamos.
Inspección previa
Antes de iniciar la desinfección de los reservorios o tanques de agua, es preciso que realicemos una inspección para poder terminar las condiciones en que se encuentre el depósito.
Recomendamos que, en ese momento, el reservorio o tanque de agua no esté significativamente deteriorado, es decir, sin roturas ni rajaduras. También debemos realizar el muestreo microbiológico e identificar ciertos elementos, como el equipo que se va a utilizar, el volúmen de almacenamiento, el grado de suciedad o contaminación, los puntos de energía eléctrica y revisar la legislación de construcción e instalaciones sanitarias de la zona donde se encuentre.
Limpieza
La desinfección no se puede hacer de manera inmediata, pues se estaría malgastando tiempo e insumos y, de todas formas, no estaríamos logrando nuestro cometido.
Para la limpieza, es primordial vaciar el depósito dejando entre 10 cm y 20 cm de agua que servirán para lavar las paredes, superficie y tapa. También debemos cerrar las llaves o válvulas que permiten el ingreso y la salida del líquido al tanque o reservorio.
Como el agua depositada es de consumo humano, no se pueden utilizar productos químicos de limpieza común y para retirar la suciedad y enjuagar las veces que sea necesario. Debemos hacerlo a través de la válvula de limpieza y nunca por la cañería de salida. De ser necesario, podemos utilizar palas y baldes para retirar los residuos sólidos.
Desinfección
Recomendamos la asesoría de expertos para realizar la desinfección de reservorios y tanques de agua, pues en esta etapa se utilizan productos químicos como lavandina concentrada, hipoclorito de sodio de uso industrial o cloro (de un clorógeno cuyo cloro activo se conozca). Dependiendo del producto, este debe diluirse en grandes cantidades de agua. Por lo general, sugerimos que, por cada 500 litros de agua, agreguemos un litro del producto químico.
El proceso de desinfección puede durar aproximadamente 3 horas, dependiendo del tamaño del reservorio o tanque, de los productos y las técnicas que aplique el experto, recordando siempre que, al finalizar, el agua residual debe retirarse a través de la válvula de limpieza y nunca por las cañerías.
De igual forma, es importante que, para realizar una nueva prueba microbiológica, esperemos al menos 48 horas.